La historia del rock en español tiene muchas páginas escritas en Latinoamérica, pero pocas tan singulares como la que se gestó en la ciudad de New York hace ya más de una década. En ese momento nació Rock Clandestino Volumen Uno, un compilado que se convirtió en el primer disco de rock en español grabado en la ciudad y, hasta hoy, el único de su tipo dentro de Estados Unidos.

El proyecto fue mucho más que un álbum: fue un gesto comunitario. Veinte agrupaciones locales del área triestatal —New York, New Jersey y Connecticut— se unieron para darle forma a un registro que retratara la potencia de una escena emergente, multicultural y con un fuerte espíritu independiente.

La riqueza del disco también se explica en su diversidad. Los músicos que participaron provenían de Colombia, México, República Dominicana, Ecuador, Argentina y España, además de muchos nacidos en Estados Unidos pero con raíces latinas muy marcadas. Esa pluralidad cultural se tradujo en sonidos distintos, letras cruzadas por experiencias migrantes y un idioma común: el rock en español. Detrás de esa idea estuvo Rock Clandestino, un colectivo que se propuso tender puentes entre músicos, productores y oyentes, construyendo un espacio donde el rock en español pudiera sonar y encontrar identidad propia en tierras donde el mainstream siempre hablaba otro idioma.

Con canciones cargadas de rabia, melancolía, esperanza y búsqueda, el disco condensó la energía de un movimiento que entendió que el rock también podía hablar desde la experiencia migrante, desde las calles de Queens o Brooklyn, desde los suburbios de Jersey, y que esas historias también merecían un lugar en la memoria cultural. Hoy, Rock Clandestino Volumen Uno sigue siendo un testimonio vivo de aquella movida independiente que supo abrir camino en un contexto adverso. Una obra colectiva que no solo documentó una generación de bandas emergentes, sino que también escribió una página fundamental en la relación entre el rock en español y la ciudad de New York.

Fabio Larocca RC!