
Marilina Bertoldi nuevo disco «Para quien trabajas»
Marilina Bertoldi estrenó su nuevo disco “Para quien trabajas VOL 1” en el teatro Xirgu. Con una segmento teatral musicalizado con el disco. Se pudo ver a la artista jugando en el escenario. Pasando varios momentos intensos con una iluminación dinámica. Un show único con un sonido muy interesante. El proyecto de diez canciones encuentra a Marilina en los roles de compositora, instrumentista, intérprete y productora. La artista ya había anticipado las dos primeras canciones del álbum: “AUTOESTIMA”, un grito de protesta hecho música, y “POR SIEMPRE ES UN LUGAR”, una desgarradora balada. El disco PARA QUIEN TRABAJAS VOL I arranca con toda la intención: el tema que le da nombre tira la primera piedra y marca la cancha. Entre audios de sus sobrinos, máquinas de sonido, radios que se cuelan y el dolor por los lesbicidios, Marilina te mete en un viaje denso y directo. Se luce “EL GORDO”, el primer tema que compuso y probablemente el más argentino del disco, con una mezcla bien nuestra entre Charly y Spinetta.
Ahí pega el grito de “cierren el orto” y le habla a un pueblo dormido, pidiéndole que reaccione. ¿Para quién trabajás? no es solo una pregunta: es una patada al pecho. “PARA QUIEN TRABAJAS VOL I” es el fruto de la incansable curiosidad de Bertoldi, una música autodidacta, que al mando de la consola, y acompañada por Mariano Otero, dio forma a su disco más nacional. En el álbum Marilina explora el rock desde una sonoridad diferente a sus anteriores trabajos, con una profundidad distinta y a la vez contenida, dándole más protagonismo a las teclas y los drumbeats. “PARA QUIEN TRABAJAS VOL I” logra condensar y reconstruir la educación musical de la artista, yendo desde The Smashing Pumpkins hasta Luis Alberto Spinetta. “PARA QUIEN TRABAJAS VOL I” encuentra a Marilina Bertoldi con un nuevo abanico sonoro, pero a la vez consecuente con su trayectoria musical. Una colección de diez canciones que ingresan perfecto en el repertorio del rock con la fuerza de los clásicos.
Fuente: Leonel A. Aba para Rockclandestino