En la antesala del que será su próximo álbum, Cochecama sorprende a su público con un regalo adelantado: un EP de tres piezas rockeras, honestas y comprometidas con su tiempo para celebrar nuestra existencia y alivianar angustias. La flamante obra de Cochecama observa la realidad desde un enfoque desromantizado, pero poético. De hecho, su título es una síntesis perfecta: «El cielo de los pobres”. Grabado en Plasma, y mezclado, producido y masterizado por Migue Mactas (Los Espíritus), el nuevo trabajo del conjunto argentino filtra la vida por un prisma en el que convergen la guerra, el esoterismo y el amor. En “El cielo de los pobres”, cada canción despliega una experiencia sonora cargada de matices, que invitan a una exploración tanto introspectiva como emocional. El track homónimo, elegido como aquel que abre el disco, se irgue sobre un trabajo de percusión y bajos que funcionan de manera envolvente, mientras la voz de mando juega con su propio eco y describe un ambiente caótico.
Las cuerdas, que bailan a su alrededor de forma casi hipnotizante, aportan dramatismo y profundidad. Finalmente, el EP da un vuelco hacia la ruina existencial. “Hotel” es una historia de muerte, y si bien podría antecederla otra de amor, Cochecama no lo develará. Con suspenso y una pesadez que arrebata el aliento, “El cielo de los pobres” da su batacazo final. La nueva obra de Cochecama, homónima al que será su cuarto disco, es un adelanto de tres volúmenes que permite entender la búsqueda del conjunto, además de evidenciar una madurez lírica y sonora, y de dar cuenta de un grupo que observa su entorno, su identidad y su país, hasta volverlos canciones.