
Gabriel Luch y su álbum Sobrecarga de Sistema
Con Sobrecarga de Sistema, Gabriel Luch decidió patear el tablero. Su segundo álbum solista no es solo un quiebre estético y sonoro: es también una declaración de principios. Una obra que entiende la música como arquitectura, como un recorrido completo que no se explica en singles, sino en un viaje pensado de principio a fin. El disco toma prestado de la french house, del pulso de Daft Punk y Justice, del espíritu expansivo de Moby. Pero lo más interesante sucede cuando esas referencias son trituradas, loopeadas e intervenidas hasta volverse otra cosa. Así, lo que comenzó en un home studio terminó mutando en un álbum conceptual donde lo orgánico y lo digital conviven en tensión constante.
La “sobrecarga” a la que alude el título no es solo técnica –el aviso clásico de Logic Pro cuando el sistema colapsa–. Es también mental, social, sensorial. En tiempos de infoxicación, Luch propone filtrar, ordenar, buscar foco. Una búsqueda que se refleja en la manera en que deforma guitarras, baterías y bajos para volverlos casi irreconocibles, y a la vez profundamente humanos. Con la complicidad de músicos como Ian Pello, Leo Rodríguez y Nicolás Francisquello, el álbum se grabó en Karu Estudio (Ensenada, La Plata) y luego fue desarmado y reconstruido en clave electrónica por el propio Luch. El resultado es un híbrido: momentos bailables, climáticos, industriales y cinematográficos conviven en una obra que no da respiro.
La estética visual, a cargo de Lara Yasmín, refuerza ese concepto. Glitches, colores saturados, guiños al cine de terror de los 80s y a la gráfica publicitaria de los 90s generan un universo que no se limita al audio: es también imagen y experiencia expandida. Radicado en La Plata pero nacido en Ingeniero Huergo, Río Negro, Gabriel Luch carga con un recorrido que lo llevó desde cofundar Peces Raros hasta liderar Vicerboy, antes de lanzarse como solista. En 2023 presentó Amor Express, su primer LP, con el que giró por el sur y Buenos Aires. Pero es en Sobrecarga de Sistema donde se revela con mayor contundencia: productor inquieto, obsesivo y dispuesto a correr riesgos.